Decenas de feligreses recibieron ayer la Réplica de la Virgen de la Chinita tras culminar el paseo que realizó por todos los pueblos lacustres de la región. El periplo, que duró 14 días, culminó en la Vereda del Lago —a las 5:00 de la tarde— con la bendición de las aguas del puerto y muchos pétalos de rosas derramados sobre la Patrona.

Éste es el noveno paseo lacustre que la Chinita realiza y en el que incluyó una procesión marítima que partió ayer mismo desde el Destacamento de Vigilancia Costera, 903, en la cabecera occidental del Puente Rafael Urdaneta, a las 3:00 de la tarde, escoltada por aproximadamente unos 15 lancheros, entre pescadores y funcionarios de la dirección de Turismo.

Al llegar a la Vereda, miles de rosas cayeron sobre la Réplica de la Virgen y la devoción saltó de alegría diciendo: “¡Qué viva la Virgen... viva, viva!”. Unos lloraban, los más pequeños sonreían ante la emoción de los grandes y allí mismo se realizó un breve paseo al son de las gaitas que no podían faltar en la tarima.

Además de los devotos, a la Virgen la esperaban unos 150 servidores de María e hijas de María, en compañía de la reina de la 44° Feria de la Chinita, Estéfani Araujo y el alcalde de la ciudad, Daniel Ponne, quien recibió la Réplica de la Virgen de la Chinita de manos del padre Eleuterio Cuevas, párroco de la Basílica.