A las 6:45 de la tarde,
El llanto brotó en centenares de devotos congregados dentro y fuera de
La sagrada reliquia fue vigilada por un ejército de servidores y socias de María, integrantes del clero local —incluyendo a monseñor Oswaldo Azuaje, obispo auxiliar de Maracaibo—, el conjunto gaitero Los Chiquinquireños y todo su pueblo.
El pasaje bíblico de
En alusión a la cita evangélica, la reliquia mariana estaba engalanada con rosas rojas, cántaros de barro con caídas de agua, uvas y panes ázimos, elementos de un banquete de boda.
La eucaristía inició a las 5:00 de la tarde y la bajada a las 6:45, pero los fieles llegaron desde la mañana para tratar de obtener un lugar dentro de San Juan de Dios o en la plazoleta. Se estima que unas 800 personas siguieron desde la iglesia el acto.
Más de 60 gaiteros de la agrupación Los Chiquinquireños se unieron para desarrollar la tradicional serenata. Ricardo Cepeda, Betulio Medina, Luis “Mocho” Martínez y Renato Aguirre, lideraron el homenaje.
Al ser mostrada la reliquia a la feligresía se alzaron pañoletas y volaron cientos de papeles de colores.
El paseo de
El recorrido de
La réplica de